Música híper-cool para crear ambiente. Bueno, puede que no.

viernes, 18 de abril de 2014

Capítulo 3, parte 2/3 (4/4): "Bécquer: la dimensión A-O".

Aterrizaron en Bélgica. Mirando a su alrededor, Bécquer vio que no había nadie más con ellos en aquella gigantesca plaza.

Claro, si eran las cuatro de la madrugada.

Ricky aprovechó que Bécquer echaba un vistazo a la zona para ponerse su traje normal y corriente y dejar a un lado el que había tenido puesto en su visita a las pirámides. Bécquer se dio cuenta y, un poco celoso, reclamó un disfraz.

Bécquer:          ¿Y yo qué? A mí,
                        con una bolsa en la cabeza
                        y el traje del Bécquer de esta Tierra,
                        me basta, no como a su alteza -dijo, señalando a su maestro.

Ricky agitó sus manos y le dio a Bécquer el traje con el que decía conformarse.

-Bien -dijo Ricky-, puedo llevarte al espacio y podemos llegar al Sol en menos de 2 minutos porque viajo a velocidades muy superiores a la de la luz cuando me apetece.

Bécquer se sorprendió.

Bécquer:          Hola,
                        tío,
                        mola.

-Si vas a decir cosas como esa todo el rato, mejor te callas, ¿va?

Bécquer:          Lo siento.

Ricky suspiró por el sufrimiento que Bécquer le hacía pasar con sus rimas tan logradas.

-Vale -volvió Ricky al tema original-, lo que ocurre es que tú no puedes sobrevivir en el espacio exterior por ti mismo y, aunque puedieras, tu cerebro se haría papilla viajando a tales velocidades.

Bécquer le dio una solución instantánea a aquel problema.

Bécquer:          Pues copia tus poderes y dámelos.
                        Fácil problema,
                        fácil solución.

-Sí, bueno... -intentó dominar Ricky la conversación para no darle una copia de sus poderes a su aprendiz-, el otro PROBLEMA es que eres... un poco... tonto.

Bécquer:          Pues tú eres tonto completo.

-Ahí me has dado.

Ricky se vio sobrepasado por tal demostración de sabiduría y, ante aquel argumento tan bien expuesto, no le quedó otra que hacer lo que Bécquer había propuesto. Así, Ricky creó varias esferas de energía azul y las estalló, convirtiéndolas en polvo.

-Pon bien la nariz -le ordenó Ricky, vulgarmente.

Bécquer:          ¿Esnifar?

-No te quejes, que son las bolas las que están hechas polvo.

Justo después de que explotara un taxi al fondo por aquel chiste tan malo, Bécquer absorbió con la nariz aquellas partículas que flotaban en el aire y, al instante, notó cómo sus venas cambiaban de color y se hinchaban levemente.

-Tirando -interrumpió Ricky la emoción del momento.

De este modo, experto y aprendiz en prácticas partieron hacia el túnel. Tras un viaje de un par de minutos y comprobar, mediante la Pokédex, que Michael Jackson CCLXV ahora permanecía vivo, llegaron al comunicador universal (el túnel Thriller, vamos). Ricky, sin perder el tiempo, creó el tunel de energía hacia el interior de aquella gigantesca estructura.

-Entra y descomprime el archivo en el que esté el último virus registrado. Cuando salgas, guarda el túnel de energía en una Pokéball. Es simple: la lanzas, entra dentro, y ya podremos cruzar.

Bécquer entró sin rechistar y comenzó a navegar por los archivos de las carpetas internas, buscando el archivo objetivo.

-Estamos en contacto mediante el Pokécomunicador -le recordó Ricky, abriendo la comunicación.

Bécquer:          Lo sé.

Ricky esperó un momento antes de preguntar cómo iba la tarea para no agobiar a Bécquer.

Esperó.

Esperó.

Pero Bécquer no decía nada.

-Bécquer, ¿cómo vas?

Bécquer no respondía.

-¿Bécquer...?

Ricky, preocupado, abrió el visor del Pokécomunicador para ver qué hacía su discípulo.

-¡¡¡BÉCQUER!!! -gritó, a punto de regañarle- ¿¡QUÉ NARICES HACES VIENDO LA CARPETA XXX DEL UNIVERSO!?

Bécquer se alarmó y contestó temblando y con voz entrecortada:

Bécquer:          ¡J-juro qu-que se abrió s-sola!
                        Va-vamos -intentó disimular-, que, a mí, e-estas pavas,
                        ni me m-molan,
                        ni na-nada.

-¡¡¡PARA DE HACERTE EL DJ Y VUELVE A TU MISIÓN!!!

Bécquer, medio sollozando, obedeció.

Bécquer:          Sí, señor.

Guanapio cerró la carpeta en la que estaba y volvió a la carpeta madre de "Universos". Pasó el escáner de virus por los archivos que había en su interior y vio que había habido dos virus recientemente: uno en la Tierra del universo 1, y otro en la del universo 2/4. Temiendo por la Tierra que ahora habitaba (la Tierra del universo 1), miró qué virus era el que la había infectado. Asustado, Bécquer se comunicó con Ricky.

Bécquer:          Maestro, en la T.U. 1 hay un virus.

-¿T.U. 1? -preguntó, extrañado, Ricky.

Bécquer:          Tierra del universo uno.
                        El virus se conoce como... ¿Justin Bieber?
                        Pues no parece muy peligroso el chaval;
                        en todo caso, llegaría a vil tuno.

-Pasa foto del registro.

Guanapio le envió una captura de pantalla a Ricky, quien se rió hasta quedarse satisfecho.

-Sin duda, ya nos encargaremos de él, pero no creo que nos cueste mucho.

Bécquer:          Vale, he abierto el registro de T.U. 2/4.
                        Los Teletubbies están allí ahora mismo,
                        ocultos en un establo de Pingulandia.

Ricky se estremeció.

-Así que tenemos que ir al universo dominado por pingüinos... Interesante. Interesante y escalofriante. Verás, hace eones, los pingüinos mataron a todos los seres vivos del universo 2/4 y lo convirtieron en un universo helado y muerto. Sólo dejaron vivir a unas plantas.

Bécquer:          ¿Y Pingulandia es su ciudad base?

-Exacto. ¿Para qué querrían los Teletubbies ir allí? Es una muerte segura -se preguntó Ricky.

Bécquer:          Tendremos que averiguarlo.

-Esa voz americana me ha molado. Ha sido genial.

Bécquer:          Gracias, llevaba tiempo entrenándola.

-Sal del túnel -le ordenó el maestro, yendo directo al grano.

Guanapio descomprimió el archivo, abandonó la carpeta y se reunió con su pastor. Lanzó una Pokéball y guardó el túnel dentro. Ante sus ojos, los cierres de la puerta, que no para de abrirse y cerrarse intermitentemente, se bloquearon y la puerta permaneció abierta y quieta. El dúo "tontámico", impresionado y boquiabierto, entró por el túnel y apareció en un espacio en el que los planetas estaban completamente helados.

-Esa debe de ser la Pingutierra -dijo Ricky, señalando un planeta que había por ahí-; vamos.

Maestro y aprendiz fueron a toda velocidad hasta allí. En 3 minutos ya habían llegado a Pingulandia.

-Bienvenido a Pingulandia, chaval -se dirigió a Bécquer.

Bécquer:          ¿Cómo sabes que esto es Pingulandia?

-Mira bien hacia adelante.

Bécquer alzó la vista y vio un minúsculo establo en el que estaba incrustada una gigantesca nave alienígena que cubría casi todo el cielo que alcanzaba a ver.

Bécquer:          Ah, pues no la había visto, no.
                        Y digo yo... ¿no se ocultaban?
                        Pues vaya forma de esconderse.

-¿Se parece a la nave con la que te raptaron?

Bécquer:          Es igual, pero es bastante más grande.

-Eso no importa. Vamos para allá.

Ricky y Bécquer llegaron hasta la pared esférica de la nave y dejaron una bomba energética en ella. Al poco tiempo, aquello reventó de tal forma que el sonido se asemejaba a un concierto de Skrillex. Ambos entraron y, al momento, los secuestradores se alarmaron. Tardaron poco en encontrar a los dos "poco-cerebro" allí puestos.

-¿¡Quiénes sois y qué queréis!? -preguntó un Teletubbie de color rojo en tono amenazante, colocando su mano derecha a modo de pistola.

-Pst -le susurró su compañero morado-, toma, toma, que no llevas pistola.

El rojo, avergonzado, exclamó:

-¡No eres nadie para decirme qué tengo y qué no tengo! ¡Mi pistola imaginaria es tan eficaz como una normal y como una bomba atómica, si me da la gana!, ¿te enteras?

Sus tres amigos, mientras decía tales locuras, se reían por lo bajito, lo que enfadó aún más al amigo de rojo.

-¡No os riáis, que me vuelvo loco!, ¡¡¡que estoy to' kreisi, chavales!!!

Ricky entró en acción para calmar la situación.

-Eh, eh, chavales, tranquilos, qu...

Bécquer le dio un empujón a Ricky que hizo que éste se estrellase con la Pinguluna y, tras quitarse la máscara-bolsa de basura, les dijo a aquellos seres, muy nervioso y agresivo:

Bécquer:          ¿¡No me reconocéis!?
                        ¡Soy Guanapio Adelfa Bécquer!,
                        ¿no lo véis?

                        ¡Me secuestrasteis de pequeño!
                        ¡Como no me digáis por qué,
                        os vuelo la flapa, payasos!

En esto que un misil lanzado por Ricky impactó a Bécquer y éste salió volando. Un Teletubbie, el verde, dio tres tiros al aire, rompió varias sillas y una mesa y, apuntando a su propio perro de cuatro colas y cabeza de ornitorrinco, intentó poner orden.

-¡¡¡CALMA, HOSTIA!!! ¡¡¡CALMAOS COMO YO O VUELVO AL PERRO, JODER!!!, ¡¡¡QUE ME PONGO A DESAHUCIAROS LAS CABEZAS Y ME QUEDO A GUSTO!!! ¡¡¡CALMAOS O ME CARGO AL MALDITO PERRO!!! ¡¡¡NO ES UN FAROL!!! ¡¡¡NO ES UN FAROL; ES UN PERRO!!!

Bécquer y Ricky, viendo la seriedad del asunto, pospusieron la pelea para reventarse luego y prestaron atención al Teletubbie verde, que no paraba de gritar.

-¡¡¡QUE ME HAGO UN COLA CAO CON VUESTROS INTESTINOS Y UN MELOCOTÓN, JODER!!!, ¡¡¡QUE COJO VUESTRAS CUERDAS VOCALES Y ME HAGO UNOS AURICULARES!!!, ¡¡¡QUE...!!!

Bécquer:          Calma, tronco, que ya hemos parado -le interrumpió Bécquer.

-¡¡¡PERDÓN, JODER, QUE YO TAMBIÉN ESTOY CALMADO!!!

El Teletubbie sacó una ametralladora, agujereó el suelo y, tras quedarse en paz con el mundo, habló relajado.

-NOSOTROS NO SOMOS MALVADOS; NOSOTROS SOMOS BUENA PEOPLE -dijo, para dársela de bilingüe modernito-. LLEVAMOS A QUIENES ESTÁN DONDE NO DEBEN ESTAR AL LUGAR EN EL QUE SÍ DEBEN ESTAR.

-Bueno, yo seguiré con lo que dice mi compañero -dijo el amarillo, el más sosegado-. Como bien ha dicho, nosotros...

El verde cogió a este Teletubbie y lo tiró de la nave por el agujero que habían hecho Ricky y Bécquer.

-¡¡¡CALLA, HOSTIA!!!

El verde se arremangó, porque ya tenía hasta calor, y siguió hablando.

-BUENO, PUES TE LLEVAMOS A LA TIERRA DEL UNIVERSO 1 PORQUE TIENES QUE FORMAR UN GRUPO CON UN DINOSAURIO Y UN TONTACO PARA ACABAR CON UN PRINGAO LLAMADO AQUAMAN O, SI NO, TODOS LOS UNIVERSOS SE DESTRUIRÁN. Y A ESTOS PINGÜINOS VAMOS A REPARTIRLOS POR AHÍ PORQUE, JUNTOS, DOMINARÍAN EL MULTIVERSO CON TIRANÍA.

Bécquer, que había dejado de escucharle cuando había empezado a hablar de los pingüinos, se ilusionó.

Bécquer:          Entonces... soy... ¿un elegido?

-SÍ.

Bécquer:          Y ahora, ¿qué tengo que hacer?

-AL CHAVAL LO CONOCERÁS DESPUÉS DE CONOCER AL DINOSAURIO. PARA CONOCER AL DINOSAURIO, SIN EMBARGO, TENDRÁS QUE VIAJAR AL PASADO Y RESCATARLO.

Bécquer:          ¿Cómo?

El Teletubbie, que sabía cómo habían llegado Ricky y Bécquer hasta ese universo, dijo, con voz espeluznante:

-CON EL TÚNEL QUE HAS METIDO EN TU POKÉBALL.

-Fin la parte 2-.

-¡Continuará en la parte 3 con "Cómo Conocí a Nuestro Alfonso"!-.

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