-Por cierto -dijo Ricky, para acabar con aquel momento de tensión de una vez-, el túnel Thriller también se usa, en el presente del que venimos, como prisión espacial; es decir, lanzas a alguien al túnel y acaba perdido en el espacio de otro universo. Lo hacen con los supercriminales.
Ricky se dio cuenta de que ya estaba hablando demasiado sobre el dichoso túnel, así que se calló, se vistió se esclavo y le hizo una señal a Bécquer para que lo siguiera.
Bécquer ¿Adónde vamos?
Creo que no nos entenderán;
sólo somos esclavos.
Ricky Martin se giró y se echó a reír.
-Los libros que te hice leer sobre Historia te han lavado el cerebro.
Bécquer ¿A qué te refieres?
Como siga confundiéndome,
acabaré preguntando hasta quién eres.
-La historia de la Tierra que has leído no es real, aunque suele diferir de la real en pequeños detalles.
Bécquer se encontraba confuso.
Bécquer ¿De qué detalles no me has hablado?
¿Durante más de cincuenta años
me los has ocultado?
-Bueno, en realidad sí que hay detalles grandes, como ocultar que todos los grandes reyes, emperadores, faraones y demás especímenes similares siempre han sido de la dinastía Michael Jackson, y que fue apartada en el siglo XIX de todos los reinados del mundo por motivos desconocidos. Pero -dijo Ricky, dándose cuenta de que se había desviado de la pregunta original- los detalles a los que me refiero son, por ejemplo, que los esclavos eran bien tratados y podían hablar en cualquier tono y de cualquier modo con sus amos, o que Aquarius se fabrica con suero de dromedario.
Bécquer se quedó a cuadros. Tras quitarse el marco, dijo:
Bécquer Me he quedado impresionado;
el dato de Aquarius
muy fuerte me ha impactado.
Ricky suspiró.
-Sí, bueno... Venga, tirando ya, que estamos dando mucho de sí este capítulo de la JAB.
Bécquer se extrañó.
Bécquer ¿Qué capítulo?,
¿qué es la JAB?;
¿en qué versículo
se me va a revelar?
Ricky se dio cuenta de que estaba diciendo cosas que no debería decir y, sin mediar palabra, echó a correr hacia las pirámides en construcción.
-¡El último que llegue es un calvo!
***
Así que Bécquer y Ricky llegaron por fin a las pirámides y, tras jugar al escondite y al pilla-pilla con unos soldados "buena gente" y unos traviesos esclavos, se introdujeron en una gran pirámide ya edificada que tenía la cara de Michael Jackson V. Al llegar al fondo de la pirámide, después de tres horas, dieron con el despacho de Michael Jackson V.
-Por cierto, Bécquer, he de decirte que las pirámides no eran tumbas, sino los lugares de fiesta antiguos. Los faraones tenían un despacho desde el que controlaban las fiestas de todas las pirámides gracias a la tecnología de Willy Rockefeller. De vez en cuando moría alguien de un siegaso* y por eso hay gente enterrada en las pirámides.
Nada más pisar el despacho, el faraón Michael Jackson V se levantó de un salto de su silla y, alegre, abrazó a Ricky Martin, que correspondió su abrazo y su alegría enseguida.
-¿Qué pasa, tío? -dijo Michael, chocando los puños con él y dándole dos palmadas en el hombro derecho-, ¿qué tal? ¡Cuánto tiempo, chaval!
Bécquer estaba completamente desorientado.
Bécquer Si hace cincuenta y dos siglos estamos,
decidme vosotros:
¿cómo es que el mismo idioma hablamos?
Y ¿cómo es que así os saludáis,
si es la primera vez que os veis?
¿Acaso vosotros dos
de antes os conocéis?
Ricky y Michael se miraron, apuntaron con sus ojos a Bécquer, volvieron a mirarse y se rieron.
-¿Por fin has encontrado un alumno? -preguntó Michael, sorprendido.
-Sí, sí, te lo presento: Michael, este es Bécquer; Bécquer, este es Michael.
Bécquer y Michael se intercambiaron los saludos decididamente.
-Creo que alguien tiene que explicárselo todo a tu alumno -opinó Michael.
-A ver, Bécquer -Ricky se giró hacia el poetiano-, te explico: en cuanto a lo de los idiomas, los humanos, desde que creamos el lenguaje hasta ahora, siempre hemos hablado una única y misma lengua, y aquella como el inglés, el francés y todas esas lenguas inventadas, son de creación relativamente reciente en el presente del que venimos. Realmente no sé por qué pasó, pero podríamos averiguarlo. Por otra parte, respecto a cómo es que nos conocemos "Mike" -dijo, señalando a Michael- y yo, he de decirte que tengo bastante más edad que la que tiene este planeta que estás pisando y que he visto la mayoría de las cosas que han pasado en este mundo. Lo conozco todo o casi todo; sin embargo, a veces no sé por qué pasan las cosas.
Bécquer estaba impactado, ya que desconocía todo aquello.
Bécquer Al llegar a vuestro mundo, me dijeron
que Ricky Martin era un cantante,
pero ya veo que me mintieron.
Ricky se rió fuertemente.
-Hay que ver lo que hace el doble que contraté.
Michael miró a Ricky. Todavía no queda claro al narrador si es que iba a reírse o si es que sorprendido se hallaba.
-¿De verdad tienes un doble?
-Ya te digo. ¡El pobre payaso ahora no puede ver nunca a su familia! -Ricky comenzó a reír de forma malévola, cada vez con más intensidad.
Como vio que ni Bécquer ni Michael le seguían el juego, tosió fuertemente para aclararse la voz, miró hacia abajo y, serio, dijo:
-Perdón.
-No pidas perdón, Ricky -le restó importancia Michael, dándole en la espalda un buen guantazo de los que suenan, a modo de palmada-; ser tonto no es algo que pueda remediarse.
Al hacer este comentario, la pirámide quedó invadida por un profundo silencio. Bécquer, Ricky y Michael se miraban, pero ninguno sabía qué decir. Entonces, Bécquer rompió el hielo:
Bécquer Mi faraón, ¿podría decirnos
cómo funciona el túnel Thriller?
Es que tenemos que irnos.
-Esa última frase la has dicho porque te habías quedado sin rimas, ¿no? Porque yo estoy bastante a gustito aquí -le cuestionó Ricky.
Bécquer apartó la mirada y se le escapó una lagrimica. Tras enjugarla, hizo la rima más compleja y original de todo el multiverso:
Bécquer Sí.
Probablemente.
Sí.
-Este poeta no tiene ninguna salida... -se lamentó Ricky.
Bécquer Habló el tonto.
-Habló el calvo.
Bécquer Calvo tu padre.
Ricky se calló, puso las manos sobre los hombros de Bécquer y le dijo, extrañado:
-¡Has hecho frases simples y no una rima!
Bécquer Como la vez que fui a Toronto.
Ricky se apartó de Bécquer, harto.
-¡Ya lo has estropeado rimando tonto con Toronto!
Bécquer Perdón, de verdad.
Yo, para ser feliz,
quiero un camión.
El maestro espiritual del poetiano le dio una torta bien dada al mismo.
-¿Eso a qué ha venido?, ¿tú eres tonto?
Bécquer Siempre se aprende del maestro.
Ricky agarró del cuello a Bécquer y lo miró, serio. Bécquer tragó saliva, con algo de miedo.
-Je, je, je, je -Ricky reía a espasmos-. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
La risa se le contagió a Michael y, acto seguido, a también a Bécquer. Los tres estuvieron riéndose hasta que Michael cortó el rollo diciendo:
-¿De qué nos reímos?
-Hoy no me he tomado las pastillas -respondió Ricky, casi con la misma expresividad que una roca. Bueno, quizá la roca hasta ganara en expresividad y todo.
Los tres volvieron a reírse hasta que esta vez interrumpió Ricky:
-Que es serio, que por eso me cargué a los perros de mis vecinos.
Bécquer Me dijiste que siempre habías vivido solo.
-¿Cómo continuará? ¡Lo veremos en el tercer cuarto de la segunda parte del capítulo 3! (Quizá haya que dar de sí los tercios y pasarlos a cuartos, pero eso ya se verá)-.
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*: borrachera extreme-powered.
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