Justo después de decir esto, Bécquer y Alfonso cruzaron el portal a la Tierra del siglo XXI, del universo 1, y llegaron al mismo bosque de antes, pero muchísimo más cambiado*.
Bécquer miró a su alrededor para ver si Alfonso estaba con él. Tras asegurarse de ello, le preguntó a Ricky qué le preocupaba tanto.
-Ricky, ¿qué te...?
Bécquer se interrumpió a sí mismo, notando que algo había cambiado en él.
-¡¡¡NOOOO, YA NO HABLO EN VERSO!!! ¿¡POR QUÉ RICKY!?, ¿¡POR QUÉ EL MUNDO ES TAN CRUEL!?
Bécquer agarró al dinosaurio verde y, zarandeándolo, siguió gritando.
-¿¡POR QUÉ, RICKY!? ¡¡¡OJALÁ EL MUNDO FUERA JUSTO!!!, ¡¡¡OJALÁ YO SIGUIERA HABLANDO EN VERSO!!! ¡¡¡OJALÁ QUE LLUEVA CAFÉ EN EL CAMPO!!!
-¡Cálmate, me cago en todo lo que se menea! -le ordenó el dinosaurio, empujándolo.
Bécquer estaba asombrado de escuchar a Alfonso hablar en su idioma.
-¡Alfonso puede hablar en nuestra lengua! ¡Aleluyaaaa!
Alfonso sonrió.
-Sí, bueno, Alfonso... Je, je.
-¿Qué dices? -le preguntó Bécquer, extrañado.
-No, no, nada, nada -intentó disimular-; que siempre he podido hablar en vuestra lengua.
-Pues vaya timo.
-Eh, pavos -les interrumpió Ricky-, que os dejasteis la Pokéball en el pasado y la han destruido unos dinosaurios gamberros. Ahora es imposible guardar el túnel abierto.
-¿Y? -preguntó Alfonso, arrogante, aunque no entendía nada.
-¡Que ahora van a entrar un montón de cosas extraterrestres en la Tierra, imbécil! ¡Así es como la hemos cagado!
-Aaaaanda, es verdad -dijo Bécquer-. Qué locura, ¿no, tío?
-Y que lo digas, tron -respondió Ricky.
-¿Y ahora qué hacemos? -le preguntó Bécquer, esperando una solución.
-A ver, podemos viajar en el tiempo y solucionarlo.
-Tío, Ricky, pero es que no hay ganas -se quejó Bécquer.
-Hostia, es verdad, yo tampoco tengo ganas -se sumó Ricky a la causa.
-Ea, pues nos quedamos.
-Sí, tío, que ya iremos "cuando eso" -sentenció Ricky.
Bécquer se aclaró la voz y, poniendo una voz muy grave, dijo:
-Ahora... -decía mientras se ponía una pegatina con su nombre en la cabeza- tenemos que afrontar nuestro destino.
***
[Pasado presente de la JAB.]
En medio de aquel bazar**, Bécquer había encontrado a Johnny envuelto en papel de plata y lo había liberado. Sin embargo, los muñecos de Aquaman habían conseguido atraparlos antes de que pudiera huir.
-No los mires a los ojos -le advirtió Bécquer a su compañero de equipo.
-Por supuesto -dijo Johnny, descolgando su ametralladora.
---
Alfonso, que corría buscando a Bécquer porque pensaba que estaba solo e indefenso, se sorprendió al llegar y ver una maraña de muñecos de Aquaman muertos -si es que un muñeco puede morir- apilados al lado de una de las estanterías de la tienda.
-¿¡Qué narices ha pasado aquí!? -se sorprendió el tiranosaurio color esmeralda.
-La magia del directo, amigo -contestó Bécquer, cortante.
-¿Queda alguien por ahí? De la mafia, digo -preguntó Johnny.
-No -dijo Alfonso-; el dependiente, inconsciente; los muñecos... ¿muertos?
Alfonso se detuvo de repente porque se dio cuenta de un detalle importante.
-¡Mierda, que se nos ha ido el conductor del camión de los muñecos hipnóticos! -exclamó Bécquer.
-¡¡¡Posser asqueroso!!! -se enfadó Alfonso-, ¡¡¡lo iba a decir yo!!!
-Mala suerte, pringui -se burló Guanapio.
-UN DÍA DE ESTOS DE PARTO LA CARA, PAYASO. AH, NO, QUE LO QUE TIENES POR CARA ES UNA BOLSA DE BASURA PORQUE DENTRO TIENES BASURA -le afrentó Alfonso.
-Debajo de la bolsa tengo una cara.
-Ah, perdona, que no lo sabía, de veras -se disculpó Alfonso sinceramente.
Johnny, que no entendía la situación, cambió de tema para darle un poco más de sentido a la cosa.
-A ver, chavales, atended: hay un hombre suelto por ahí que creemos que es de la mafia. No sabemos dónde está y no podemos buscarlo todos a una porque, ahora mismo, cada uno tiene sus asuntos y sus intereses. Todos menos yo.
-Yo tengo que volver a América y deshacer todo el entuerto que monté para poder venir a salvarte -dijo Alfonso.
-Y yo tengo que buscar a Ricky. Tengo que asegurarme de que sigue con nosotros*** -explicó, con tono apagado, Ricky-
Johnny, enfundando su arma, como vio que no quedaba otra, se ofreció para llevar a cabo la tarea de búsqueda del camionero que nadie más podía realizar.
-Bien, pues yo me infiltraré en la mafia china y la destruiré.
-¿Cómo lo harás? -lanzó su pregunta Alfonso.
-Así...
Johnny sacó un bigote postizo de su bolsillo mientras hacía movimientos raros para darle un toque místico al asunto. Al ponérselo, Bécquer entró en un estado de shock.
-¿Do... Dónde narices e-está? ¡Ha desaparecido! ¡J-Johnny ha desaparecido!
Alfonso le dio una colleja a Bécquer y le agarró la cabeza para hacer que mirase fijamente a Johnny.
-Johnny está allí, imbécil -señaló a Johnny-. Lo único que ha hecho es ponerse un bigote.
-¡Aaaaanda! Pues es verdad, ¿eh?
-Caballeros -volvió a interrumpir Johnny la conversación-, siento cortaros el rollo, pero creo que deberíamos partir ya en busca de nuestros propios destinos.
-Qué poético -comentó Bécquer.
-Se nota que el partner que te dieron por tener 3 suscriptores en Youtube te ha cambiado tela -opinó Alfonso.
Johnny rió breve y melancólicamente.
-Señores, ¿volveremos a vernos?
-Claro que sí -dijo Alfonso, optimista.
-¡Somos la JAB; claro que volveremos a vernos! -se animó Guanapio.
Alfonso y Johnny, extrañados, se giraron, mirando a Bécquer. Entonces, Johnny habló.
-¿Qué narices es la JAB?
-¡Continuará en el capítulo 4!-.
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(+): me he saltado la parte de cómo es la estancia de Alfonso y Bécquer en la dimensión A-O porque ya se vio en el capítulo 2.
* y **: todo esto se ve en el capítulo 2.
***: ¿qué le pasó a Ricky para que desapareciera de repente? Lo verás pronto, en un nuevo crossover.
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